Somos Arantza y Eduardo, dos hermanos orgullosamente comitecos, apasionados y profundamente conectados con la esencia de nuestra tierra. El café es parte de nuestra identidad y de las historias que compartimos en familia.
Somos Arantza y Eduardo, dos hermanos orgullosamente comitecos, apasionados y profundamente conectados con la esencia de nuestra tierra. El café es parte de nuestra identidad y de las historias que compartimos en familia.
Llevar el auténtico café chiapaneco de la más alta calidad a la mesa de todos los mexicanos.
Queremos que nuestro café no sólo sea un deleite para los sentidos, sino también una herramienta para mejorar el sustento y las condiciones de vida de las comunidades que lo producen.
Buscamos ser el puente entre las comunidades cafetaleras de Chiapas y los consumidores mexicanos, garantizando que el café de alta calidad de nuestra región esté disponible en todo el país.
Imaginamos un futuro donde el café chiapaneco se valore y disfrute localmente, mientras impulsamos el desarrollo de las comunidades productoras a través de un comercio justo y sostenible.
En Comitán, Chiapas, el lenguaje refleja una rica herencia cultural que inspira a nuestra marca de café. La influencia de las lenguas indígenas, como el tzeltal, el tzotzil y el tojolabal, se entrelaza con el español, creando una forma de hablar única en ritmo y sonido. Este matiz especial se expresa en nuestro día a día.
Las palabras y expresiones locales, junto con la particular entonación de la región, son un homenaje a nuestras raíces. Nos inspiran a llamar a nuestra variedad de productos con nombres que reflejan nuestra identidad, su gente y su cultura.
Un nombre con historia y tradición.