La historia del árbol del Chumís en
Comitán, Chiapas
Comitán, Chiapas
El árbol del Chumís es un símbolo histórico y cultural profundamente arraigado en el corazón de Comitán, Chiapas. Este árbol, de la especie Ficus cotinifolia, es conocido por su majestuosidad y por su rol fundamental en la vida cotidiana de los comitecos a lo largo de los siglos.
Según las leyendas locales, el Chumís fue plantado por los antiguos habitantes de Comitán hace más de 500 años, convirtiéndose en un lugar de reunión para la comunidad. Su amplia sombra ofrecía refugio a comerciantes, viajeros y campesinos que descansaban bajo sus ramas después de largos días de trabajo. A lo largo del tiempo, este árbol ha sido testigo de los grandes eventos históricos que han moldeado la identidad de Comitán, como las reuniones de los insurgentes durante la Guerra de Independencia de México.
Para los comitecos, el Chumís no es solo un árbol, sino un símbolo de resistencia y unidad. Su tronco robusto y sus ramas que se extienden hacia el cielo han llegado a representar la fortaleza y el espíritu comunitario de la región. A lo largo de las generaciones, las familias locales han transmitido historias y cuentos sobre el árbol, consolidándolo como un emblema de la memoria colectiva.
En la actualidad, el Chumís sigue siendo un punto de referencia en Comitán, y aunque el urbanismo ha cambiado el paisaje que lo rodea, su presencia continúa siendo un recordatorio del profundo vínculo entre la naturaleza y la historia de la comunidad. Eventos culturales y festividades suelen llevarse a cabo en su entorno, reafirmando su rol como un epicentro de la vida social.
La tradición oral cuenta que aquellos que se acercan al árbol con buenas intenciones recibirán su protección y bendición, mientras que quienes lo hagan con malos propósitos se verán afectados por su energía. Este mito ha reforzado su estatus como guardián natural de Comitán.
El árbol del Chumís es más que un simple elemento del paisaje; es un testimonio vivo del pasado, una fuente de orgullo para la comunidad y una conexión tangible con las raíces ancestrales de Comitán.
Cada año en el mes de febrero, el pueblo de Comitán se llena de vida con la romería de San Caralampio, una de las festividades religiosas más importantes de la región. Durante esta celebración, miles de fieles acuden para venerar al santo protector de las enfermedades, y el árbol del Chumís se convierte en un epicentro clave dentro del recorrido de las comunidades cercanas.
El árbol, ubicado en un punto estratégico de Comitán, es reconocido no solo por su valor histórico y simbólico, sino también por su rol como un punto de encuentro para los peregrinos. A lo largo de los días de la romería, los habitantes de comunidades aledañas inician su marcha hacia la iglesia de San Caralampio, y el Chumís es el lugar donde muchas de estas personas se congregan antes de continuar su camino.
Desde pueblos cercanos, los peregrinos recorren senderos y caminos con gran devoción, algunos incluso descalzos como ofrenda o promesa al santo. Al llegar al árbol del Chumís, se toman un momento para descansar bajo su sombra, compartir alimentos, y reconectar con familiares y amigos que vienen de otras comunidades. Esta tradición refuerza los lazos sociales entre los diferentes pueblos de la región, haciendo del árbol un espacio que une a los habitantes en un sentido de hermandad y fe compartida.
La caminata hacia la iglesia es un acto de fe, y la parada en el Chumís simboliza una etapa de reflexión y renovación antes de la llegada al templo. Para muchos, este árbol es visto como un protector natural, cuya presencia ancestral otorga fuerza a quienes participan en la romería. Se cree que aquellos que descansan bajo sus ramas reciben una bendición especial, lo que fortalece su determinación para completar la travesía hasta la iglesia de San Caralampio.
En la víspera de la fiesta, es común ver a grupos de familias reunidas alrededor del Chumís, rezando y entonando cánticos en honor al santo, mientras esperan la procesión principal. La proximidad del árbol a las rutas hacia la iglesia lo convierte en un hito inevitable para quienes caminan con fe, siendo también un lugar donde las historias y leyendas sobre el árbol se transmiten de generación en generación, reforzando su vínculo con las festividades.
El árbol del Chumís, entonces, no solo es un testigo de las celebraciones, sino un actor central en la romería de San Caralampio, que reúne a las comunidades de la región bajo sus ramas, ofreciendo un espacio de encuentro, descanso y fortalecimiento espiritual antes de la llegada al santuario.
La historia del árbol del Chumís ha sido preservada y compartida por generaciones de habitantes de Comitán, Chiapas, reflejando la tradición oral de la comunidad. Para más información sobre el patrimonio cultural de la región, puedes consultar fuentes como el Instituto Nacional de Antropología e Historia y publicaciones locales sobre la historia de Comitán.
Ruíz Beltrán, A., & Limón Aguirre, F. (2022). Presencia tojolabal en las fiestas patronales de Comitán, Chiapas, México . Nóesis. Revista De Ciencias Sociales Y Humanidades, 28(55), 136–161. https://doi.org/10.20983/noesis.2019.1.7